Blogia
Mundo mágico

ME CONFIESO

ME CONFIESO

Hace unas noches, cuando se acercaban los últimos días de mi reciente estancia en Madrid, me hallaba muy enfadado conmigo mismo, y altamente triste. Como una de las cosas que sé hacer en la vida, más mal que bien, escribí este medio poema volcando toda mi carga emocional del momento.
---------------------------------------------------------------------------------


Te odio, espejo maldito, pero eres lo único que tengo…
Hagamos un pacto, te necesito.
Mi yo precisa del tuyo, el tuyo necesita al mío. 
Ha llegado nuestra hora, espejo salvaje y maleducado.
¿Llegaremos a entendernos? Hoy no soy optimista.
Todos los días te ofrezco esta imagen mía,
Triste, alegre, voluble, enérgicamente amarga,
enérgicamente incomprensible y hasta muy absurda.
No sé para qué sirve la palara cultura…
¿qué es cultura?, ¿qué tipo de cultura?, ¿qué nivel de cultura?
Necesito expulsar con todo ímpetu mis ideas, y…
¿para eso te decido buena parte de mis días?
Ahora, físicamente, me encuentro conmigo
y contigo, espejo traidoramente necesario.
Estoy descentrado, no hallo mi brújula loca, 
Y te pregunto, y no me haces caso.
Te pido ayuda, y te vuelves ciego y osado.
Y… me siento abandonado, espejo maldito.
No hallo a nadie culpable de mis propias crisis y…
Por eso tengo que gritar fuerte y alterado mis preguntas al viento.
Siento la tentación de destruirte, de mandarte a un paisaje ciego,
de enviarte a las ciénagas malolientes…
Pero no puedo prescindir de ti, 
debería buscar otro de tus características, y…
eso sería imposible.
Espejo maldito, hiriente, y hasta asesino, que me estás matando, que me acompañas desde que llegué al mundo…
Y que en tus circuitos de memoria almaceno
hasta el mínimo detalle de todo mi existir. 
Trata de arreglar el sistema, y mira a ver si es posible
reflejar aunque sea pequeños momentos de una felicidad intensa,
que lo que pido como simple mortal es poco.
Tengo todos los ingredientes necesarios que se pueden desear.
Aunque poseedor de ciertos aire de tristeza, 
preciso de la alegría, del buen humor, 
y lo que es más importante,
de la necesidad de comunicar libremente.
Espejo amargo, ¿crees que podrás reflejar eso?
Sería hermoso reiniciar una larga campaña,
una inacabable campaña de entendimiento,
algo así como
“Tu me quieres yo te quiero”… Tan sencillo.
Tengo mis dudas sinceras de que esos sentimientos
lleguen algún día a germinar.
¿Cómo entenderse el uno con el otro al otro lado del espejo?
Ni aún superpuestos llegaríamos a coincidir.
El Universo, el alma humana, son por naturaleza confusos.
Así somos los dos.
Que no nos entendemos,
y para informarnos el uno al otro utilizamos trampas.
¿Habrá pacto? Ya no creo nada.
¡Qué confusión tan latente y tan cambiante!
Estoy dispuesto a vencerte, espejo maldito.
No me dejaré manipular por esa crueldad a veces disimulada.
Utilizaré todo mi coraje en busca de mi propia libertad.
Cortaré todas las cadenas que me tiendes a cada paso.

MANUEL ESPAÑOL

 

0 comentarios