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Mundo mágico

LAS NOCHES MONTAÑERAS MÁS HERMOSAS

LAS NOCHES MONTAÑERAS MÁS HERMOSAS

Con el frío y el viento que está ataca estos días con extrema dureza a la ciudad de Zaragoza, los que todavía somos supervivientes estamos bastante sanos, como no podría ser de otra manera. De esta manera, sanote, quiero daros las buenas noches cargadas de cariño. Como reza el dicho de que "al mal tiempo buena cara", hoy sin salir de casa me he dedicado a meditar o soñar despierto, que para mi es lo mismo, protegido por la calefacción que no ha podido rendir al máximo ante la influencia maligna del señor Eolo, que se filtra hasta por las ventanas cerradas. Recibo la llamada de un montañero amigo, que dice que esta primavera se irá al Karakorum pakistaní, donde quiere coronar el K-2, que con sus 8.611 metros de altitud constituye la segunda montaña más alta del mundo, que necesita un "primo" periodista que narre sus hazañas para gloria de su patrocinador, que también me subvencionará el viaje. Bueno, bueno, que esa montaña me trae muy malos pero también buenos recuerdos. Le digo que me gustaría, pero que ya me he acomodado a mi vida loca actual de la que disfruto mucho y que no me encuentro para sobredimensionados esfuerzos, que estos días me he autoconfirmado que las temperaturas muy bajas se me apoderan, que como mucho, a lo único que me atrevo es a las travesías fáciles y a las rutas senderistas no muy exigentes, y tan sólo en la primavera avanzada, verano y otoño. La realidad es que bien que siento haber dicho que no, que lo mío es envidia, y no sana precisamente, porque a mi que no me digan, que la envidia sana no existe. Hay que aguantarse. Como en el fondo me conformo pronto con las situaciones irreversibles, me he puesto a soñar despierto y a recordar. Repaso mi colección gráfica montañera, y me encuentro con una fotografía realizada por mi sobrino, Sito Carcavilla, un gigante como geólogo y montañero, y más como persona. La foto está hecha al raso de la noche del Himalaya, en el campo base del Kangchenjunga, una montaña terriblemente hermosa, en la que se han escrito las más increíbles gestas humanas. En la imagen se ha empleado una exposición manual de dos horas. Para mi es una maravilla que plasma unas ondas muy especiales. Ello me lleva a recordar los testimonios de amigos ochomilistas, que aparte de conseguir o no sus anhelos montañeros, han sido protagonistas de vivencias mágicas que han podido hacer realidad a través de su mente y su espíritu.También me han contado que prácticamente todos, se llevan su propia música para escuchar en la intimidad de la noche. Uno de ellos me señalaba que había momentos que escuchar a Camarón le ponía los vellos de punta, que una grabación de María Callas cantando "Casta Diva" de la ópera "Norma" de Bellini, era sobrecogedora. En esta hora bruja, os animo a todos a soñar con la más bella música y con las imágenes que más positivamente os hayan impactado.

 

MANUEL ESPAÑOL

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